Agradecimientos

En la reunión del pasado viernes nuestro grupo aumentó con 4 chicas más, de la mano de Coloma,la ilusión se reflejaba en sus rostros, y las recibimos por supuesto con los brazos abiertos. ¿Por qué manifiesto esta noticia? Pues porque hay que ser agradecidos, (es una bondad de la que mi madre no paraba de inculcarme).- Vamos recogiendo frutos, dá igual el número que vayamos siendo, pero lo importante es que somos más, y  los que vengan.
Quería dar las gracias a quién me impulsó en esta gran andadura, a mi parroco, D. Fernando, por confiar en mí, a su gran sabidiuría, e ilusión por compartir esta "peregrinación", y por supuesto arraigo en la Fé.
A tantas personas que trabajan y animan en el anonimato y que sin ellas no sería posible: Encarni, con la que inicié el grupo de confrimación del que guardo un gran recuerdo, y al grupo les tengo un cariño especial, de ellos seguro que algunos nos acompañarán, y desde aquí les brindo una vez más que se sumen a este gran regalazo de participar como voluntarios.
A Mª Prado por su constancia y fortalecimiento de Fé, de la que en cada instante emana esperanza, e irradia alegría.
Al grupo de la Hermandad de la Espereanza, Esther,Alberto, Juan , al Hermano mayor, gracias por apoyarnos, a todos sus hermanos que están con nosotros como voluntarios. Es una bocanada de aire fresco, y por supuesto de compañía y colaboración.
A mi cuñada Rocío, que sin ella este blog, sería un desastre.A su fidelidad por ayudar, máxime con su experiencia en informática, pero más aún enriquecida por su profunda fé.
A Iván, de la parroquia de S.Pedro, también aportó sus gran apoyo, y Quique de la parroquia de Santiago, por su generosidad en su gran experiencia.
Y por supuesto a los jovenes que nos animan, aportan y tienen mucho que decir, y de ellos también aprendemos. Como no, a la feligresía que pide y nos encomienda cada domingo.
Pero el protagonista principal, y por el que estamos y seguimos es DIOS, gracias a él, por todo ello.
No hay que tener miedo, seamos valientes, y aunque nos equivoquemos, el Señor, nos guía...
-nines-